Cáritas: las manos detrás de la solidaridad

Por Alina Alba

Un acontecimiento importante, accidentes, actos, conmemoraciones, aniversarios, medidas políticas, entre otras cosas, son sucesos que se vuelven noticia porque suceden en un momento determinado. Pero, hay hechos que son atemporales, ya que duran un tiempo prolongado o porque son sucesos que le dan ‘color’ a un medio. El trabajo que merece esta categoría es el que hace Cáritas en la comunidad de Piamonte. Y es que hace de principios de la década del ’70, que un grupo de gente colabora incansablemente para quienes poseen menos recursos o se encuentran en situaciones que requieren asistencia. Los integrantes de esta institución ─todos─ trabajan de manera desinteresada, es decir, ad honorem.

Haciendo una mirada superficial de Piamonte, se podría decir que no hay pobreza, que no hay indigencia y que cada habitante tiene cubiertas sus necesidades básicas; pero indagando y mirando de una manera mucho más profunda, queda al descubierto que no es así, que las falencias y los problemas sociales también están a la orden del día. A pesar de ser un pueblo que supera, en unos pocos habitantes, los 3000, hay un porcentaje de ellos que necesita ayuda.

Por eso, hablamos con Edith Chiaramelo, directora de Cáritas sobre las actividades que realizan tanto en la institución como fuera de ella. Una de éstas es el “Ropero Solidario” donde la gente colabora donando ropa que se recolecta en la Iglesia. Luego se selecciona y periódicamente, se distribuye a las personas que más lo necesitan. “Se coloca toda la ropa en el salón, y la gente viene, retira y  se anota la ropa que se lleva, como para  tener  un control y  distribuir más justamente”, contó Edith Chiaramelo  acerca del mecanismo que tiene esta actividad.

No hay dudas que con los primeros fríos, la gente que se acerca a la institución en busca de ropa abrigada se incrementa, ya que los meses de otoño e invierno son los más difíciles de transitar cuando no se tienen los recursos necesarios. Hay que tener en cuenta que cuando las familias tienen niños en plena etapa de crecimiento, las prendas van quedando chicas año tras año. El costo de la ropa adecuada para esta época, como abrigos, buzos, pantalones y zapatillas, es cada vez más alto. Además, el acceso a la calefacción de una vivienda se hace cada vez más difícil con el aumento del costo de los combustibles y la electricidad. Por ello, son muchos los que van a buscar ropa y también se envía ropa a otras poblaciones con más necesidades.

En ese contexto, para ayudar en cuanto a la necesidad de ropa de cama ─como son frazadas y mantas─, está funcionando la campaña permanente “30×30”, que se trata del tejido de cuadrados de 30 x 30 centímetros. En esta actividad colabora mucha gente tejiendo, donando lanas o armando frazadas. En algunos casos los propios beneficiarios se arman su frazada con los cuadrados.

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Campaña de tejido de cuadrados 30×30 centímetros

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Frazada armada con los cuadrados 30×30

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Frazada realizada a partir de los cuadrados 30×30

Otra actividad,  que se hace en conjunto con la Comuna local, es una huerta. Este proyecto funciona con los programas “Vínculos” y “Pro Huerta”. Este último ya venía funcionando anteriormente a la llegada de Chiaramelo a la dirección de Cáritas. Se trata de huertas individuales en casas particulares con el asesoramiento de especialistas. “Esta actividad, tuvo bastante deserción, ya que la perseverancia es un valor difícil para lograr”, explicó Edith Chiaramelo.

En 2015, en el terreno de Cáritas, se comenzó a plantar frutales y a desarrollar la huerta, en primer lugar con los adolescentes que “no hicieron el secundario y que están sin trabajo, por lo que se necesita ayudarlos sí o sí, como para fomentarles el valor del esfuerzo, también dificultoso  de fomentar”,  manifestó Chiaramelo.

“Luego se propuso como actividad familiar, los abuelos y los nietos, tíos y sobrinos, padres e hijos  o alguien cercano afectivamente al adolescente”, explicó la Directora de Cáritas. Todo lo que se produce se vende o lo utilizan para consumo propio, por lo que es necesario ─para que la producción resulte─ tener una continuidad y dedicación en lo que se siembra.  De esta manera hay una posibilidad de contar con un ingreso más y una ayuda a la economía familiar. Cada huertero tiene su  propio cerco y su producción.

Próximamente, quienes se sumarán a esta actividad son un grupo de alumnos de la Eesopi 8103 “José Manuel Estrada”, quienes van a asistir rotativamente a la huerta y de esta manera agregarán más manos solidarias y comprometidas en esta actividad que en este último período se vio afectada de manera negativa por la inundación.

Captura de pantalla (7)

Captura de pantalla (7)

Huerta en el terreno de Cáritas

 

¿Indigentes?

Siempre ─o en la mayoría de las veces─ que se dice la palabra “indigente”, se piensa en una persona que no tiene un techo donde vivir, que no cuenta con recursos para poder satisfacer sus necesidades básicas; pero el término, según el diccionario, significa: “Persona que carece de lo necesario para vivir o que lo tiene con escasez”. Y Piamonte no es la excepción a esta problemática, y en este caso Edith Chiaramelo se refirió a “padres que no se hacen cargo lo suficiente de sus hijos. También hay problemas de drogadicción, con todo lo que implica, que se abandonan precisamente los chicos”, pero aseguró que hay “mucha gente que se hace cargo, que colabora, que ayuda, por ahí vecinos que se hacen cargo de algún chico que vive cerca”.

Para la Directora de Cáritas se incrementó este tipo de indigencia, en estos últimos años, que es el ‘parcial’ abandono de los hijos, es decir, no ponerle la suficiente atención que necesita un niño o un adolescente que todavía depende de los padres. La causa de esta problemática no está definida con claridad, pues los motivos pueden ser diversos (justificados o injustificados) pero lo que se busca es una solución.

Problemas sociales como la drogadicción o la falta de atención ─y como consecuencia la deficiencia en ciertos límites─ a los hijos, no diferencia posiciones económicas sino que existe en todas partes. Pero, la carencia de recursos es un inconveniente más, que se suma a estos niños y adolescentes a la hora de buscar soluciones. Es decir, que se puede hablar de ‘indigencia’ cuando las personas no tienen los medios necesarios (económicos y culturales) para salir de esa situación.  Por eso, es necesario un trabajo en conjunto con los adultos, los mismos chicos y las instituciones, para que se logre combatir este tipo de dificultades. La escuela, el deporte, actividades culturales, esparcimiento, entre otras cosas, son aportes importantes a la hora de revertir o impedir estas circunstancias.

Por eso, Cáritas aporta un granito de arena, o una enorme mano (según cómo se lo mire),  que es la ayuda para niños que están edad escolar que necesitan de un cierto apoyo. En este sentido, Chiaramelo aseguró que “las instituciones trabajan en forma mancomunada” para que se logre el proyecto “Taller de apoyo escolar”  que funciona en el edificio con el que cuenta esta organización.

El mismo se sustenta con la colaboración de la Comuna de Piamonte en el sueldo de los docentes, y el de la persona que se encarga de prepararles la leche. “Es dos veces por semana, y las maestras de la escuela designan qué chicos son los que no lo necesitan. Y con buenos resultados porque hemos hablado con las maestras y están muy contentas con el apoyo a estos chicos”, manifestó Edith Chiaramelo.

Una forma de incentivar a los niños a que sigan asistiendo, es regalándoles o prestándoles juguetes, revistas o libros donados  por la comunidad, que también ayudan para sus momentos de esparcimiento y les estimulan un sano crecimiento.  En ese espacio además, se les brinda una copa de leche, con facturas o masitas.

Sobre el aporte de la comunidad, Edith Chiaramelo dijo que “es mucha la colaboración que recibimos, pero siempre hay cosas que se necesitan”, ya que la leche, el cacao, azúcar y las galletitas son donadas por un grupo de gente a quienes se les pide periódicamente porque la institución no cuenta con el espacio físico necesario para guardar las provisiones, además de que en algunos casos no llega a consumirse antes de la fecha de vencimiento.

En cuanto al sustento de Cáritas, Chiaramelo explicó que “la colecta anual de Cáritas, ─la de la misa y la domiciliaria, es lo único que nosotros tenemos como recaudación durante el año, que queda para  administración de Cáritas en la localidad.”

Siempre es bueno y necesario hacerse un tiempo para pensar sobre nuestro alrededor, saber que lamentablemente no hay igualdad de condiciones a lo largo y a lo ancho del planeta; siempre es bueno brindar un granito de arena o estrechar una mano para ayudar a quienes más lo necesitan. Ningún rincón del mundo está exento de la desigualdad, por eso se necesita cualquier tipo de colaboración: ropa, zapatillas, utensillos de cocina (ollas, cubiertos, platos, vasos), frazadas y ropa de cama, útiles escolares, cuadernos, mochilas… todo es bienvenido, y todo se necesita en cualquier época del año, la solidaridad es atemporal.

 

 

 

 

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